Plagas de verano

Tras un invierno poco lluvioso, el aumento de las temperaturas hace que las calles, los hogares, restaurantes, jardines, piscinas y otros espacios habitados sean más sensibles a la presencia de ciertas plagas que se sienten atraídas por el calor, el agua, los restos de comida y la luz de la temporada estival. La Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (Anecpla) aconseja aumentar las medidas preventivas y los programas de mantenimiento y control durante estos meses.

Agua, comida y una óptima temperatura representan el paraíso de las plagas. Anecpla aconseja limpiar restos de comida de las mesas y encimeras, cerrar bien las bolsas y los cubos de basura, mantener una ventilación y temperatura adecuadas, sellar grietas (fundamentalmente las próximas a lavabos, fregaderos, sumideros y zócalos), revisar desagües, evitar el agua estancada y las luces subacuáticas en las piscinas.

Plagas más habituales:

  • Hormigas: Aunque rara vez llegan a crear problemas de salud, sí pueden convertirse en una auténtica molestia.
  • Avispas: Junto a los mosquitos y las hormigas, son las especies más habituales en las piscinas. Se estimulan con los perfumes, las colonias, cremas e incluso el sudor. Su picadura, en algunas personas, puede producir una reacción alérgica, que puede llegar a ser mortal, aunque es raro. Importante distinguir entre la avispa común y la invasión reciente de la avispa asiática (especie invasora y dañina).
  • Moscas: La mosca doméstica es una molesta compañera durante todo el verano.
  • Mosquitos Presentes en todas las áreas urbanas de España, los más habituales son el mosquito trompetero (Culex pipiens) y el tigre (Aedes albopictus), que desde 2004 se ha extendido significativamente por Cataluña, la cuenca del Ebro y el área mediterránea.